Han pasado varios días desde que publiqué algo y por ello me disculpo con todos ustedes. Han sido días un tanto ajetreados y desde el domingo vengo cargando con una gripa/catarro que verdaderamente me ha tumbado (con decirles que tuve que pedir permiso en la oficina de trabajar desde casa porque no podía ni con mi alma).
Pero bueno, el tema de hoy tiene que ver con la decoración para nuestro acuaterrario. Cuando recién adquirí a mis tortugas lo primero que hice fue hacerme de una pequeña montañita de plástico (¿?) que pudieran usar para secarse, lo cual estuvo bien, y 2 bolsas de grava para acuario, lo cual no estuvo tan bien y en un momento les explico por qué.
La grava es inofensiva para nuestros pequeños amigos acorazados siempre y cuando el tamaño de sus cabezas y, principalmente, de sus bocas no exceda el tamaño de las piedritas que la componen ya que de no ser así nuestras tortugas pueden llegar a tragarlas lo que puede ocasionar una de dos cosas:
- Que se les atasque algún pedasito de grava en su garganta (que hasta donde yo sé es la menos probable).
- Que coman tanta piedritas y por ende sus cuerpos se vuelvan muy pesados provocando también una de dos cosas:
- Que ya no quieran sumergirse en el agua y por lo tanto haya que operarlas para sacarles la grava del estómago.
- Que sea tal el peso que ya no puedan subir a tomar aire y se ahoguen (tortugas como la pavo real no pueden respirar bajo el agua ya que se trata de una especie semi-acuática).
Por fortuna pude enmendar mi error a tiempo (gracias nuevamente a esa visita tan oportuna al veterinario) convirtiendo el acuaterrario en un lugar libre de grava evitando así cualquier tragedia.
Si bien la grava le da un toque colorido al habitat de nuestros pequeñines, la verdad es que no aporta valor alguno al lugar y puede llegar a ser peligroso (a menos de que estemos hablando de peces, moluscos, crustáceos o de un bonito y simpático bambú miniatura). Muchas veces es mejor que el hogar de nuestras tortugas sea funcional y poco estético (esto se puede ir afinando con el tiempo) a que sea un paraíso visual y un pequeño (pero muy real) infierno para nuestros animalitos.
Pero bueno, ya pasado el "susto", busqué otro tipo de piedras que si fueran turtle friendly y que sirvieran como parte de la decoración del mismo. Entre ellas encontré en mi jardín algunas de buen tamaño y otras las compré en la Jungla de Timo (sería rico si me pagaran por las menciones). Si mi memoria no me falla, estas últimas son piedra bola (si, así se llaman) y al menos las que yo adquirí venían en una bolsa de 5 kilos (también sirven las piedras de río).
Para el caso de las piedras que encuentren en la naturaleza, lo primero que deben hacer es limpiarlas muy bien y hervirlas (como si fuesen a preparar una rica sopa de piedra). Lo que vamos a hacer con esto es curar o desinfectar las piedras para que estas no vayan a afectar la salud de nuestros pequeñines una vez que entren en contacto con las mismas.
Y bueno, hasta aquí esta primera entrega de "Decoraciones para acuaterrarios". Como siempre espero que esta información les sea de utilidad y ya lo saben, cualquier duda, aclaración, sugerencia o comentario la pueden dejar con toda confianza en la parte de abajo.
¡Hasta la próxima!