Cuando recién adquirí a mis pequeños héroes con caparazón (haciendo alusión al tema de entrada de la caricatura de las tortugas ninja en los 80) yo no sabía gran cosa con respecto al régimen alimenticio de las tortugas semi-acuáticas así que como buen novato y cuidador inexperto decidí irme a la segura y compré el primer botesito de comida para tortugas que me recomendaron que es el que se muestra en la foto de abajo (que son mini bolitas, muy parecidas a las croquetas de perros pero en versión mini):
Todo era miel sobre hojuelas hasta que nos dimos cuenta que el pequeño Mikey, más que ver las mini bolitas como algo para ser devorado (que era como las veían sus hermanos), las usaba como una especie de juguete ya que cada vez que tomaba un bocado inmediatamente lo escupía (mi teoría era que estaba muy duras para él). Cosa que me preocupó bastante como padre primerizo. Así que me di a la tarea una vez más de investigar que más podía darle de comer para que no se me fuera a morir por inanición (yo siendo bastante dramático en el momento) y encontré que ellas podían comer prácticamente cualquier verdura o fruta (salvo algunas pocas excepciones como la espinaca o cualquier tipo de hongo).
Lo primero que intentamos darle algo que tuviéramos a la mano, así que intentamos con la zanahoria pero aparentemente las tiritas color naranja no les parecieron apetitosas a ninguna de las 4 (aunque creo que Donny si alcanzó a comerse una pero aceptémoslo, él devora todo).
Así que después del rotundo fracaso de la zanahoria intentamos con pequeños pedasitos de sandía y de melón. Afortunadamente la sandía si tuvo el impacto que esperábamos con Mikey y al menos en ese momento ya podíamos estar un poco más tranquilos porque ya había comido.
No tarde mucho tiempo en ir a otro acuario, que está en el centro de la ciudad, y ahí me recomendaron unos tubitos de una marca con bastantes menciones al menos en la red (tienen una amplia gama de productos para toda clase de reptiles):
Al principio yo estaba un tanto escéptico por el tamaño de los tubitos además de que no sabía que tan duros iban a estar. Sin embargo, cuando vi a Mikey devorarlos presuroso y con aquel gusto que hasta daba envidia, sabía que había dado en el blanco. Resulta que esos tubitos se ablandan en el agua, lo que hace que sean fáciles de deglutir por tortugas de cualquier tamaño
Si bien esta segunda opción es un poco más cara (al parecer Mikey tiene paladar gourmet), definitivamente fue y sigue siendo el pan de cada día de mis pequeñines.
Otras opciones que pueden considerar y que descubrí en aquella visita al veterinario cuando Rafa y Leo me sacaron uno de mis primeros sustos, son los pescados y mariscos frescos así como también carne y pollo crudos. Al parecer cuando las tortugas están en sus años mozos (o sease, cuando son jóvenes) son bastante carnívoras y pueden consumir esos alimentos en pequeñas cantidades y sin abusar porque luego se acostumbran y pueden dejar de comer sus tubitos. Conforme pasa el tiempo van cambiando su dieta y se hacen adeptas a los vegetales y a las frutas (nada de pizza...).
De hecho, en esa visita al veterinario conseguí pequeños gusanitos de tierra y escarabajos que a mis tortugas les supieron a gloria. Hubieran visto como se alocaban cuando les daba 3 de esos gusanos a cada una en la mañana (aunque debo admitir que me daba mucha cosita darles comida viva...).
Bueno, realmente espero que esta información les sea de utilidad. Cualquier duda, sugerencia o comentario es bienvenido.
¡Hasta la próxima! y felices nados (pequeño tributo a Bob Ross).
¡Excelente blog! Te comparto que yo de niña tuve una tortuguita que devoraba la lechuga.
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario! Que padre que hayas tenido la oportunidad de tener a tu cuidado una tortuga, son animalitos muy simpáticos e interesantes :)
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